A diario, cientos y miles de personas ingresan al buscador más popular; Google para hacer frente a alguno de sus micro-momentos: Quiero comprar, Quiero hacer, Quiero ir, Quiero saber.
Independientemente del micro-momento, las personas consultan a Google cuál amigo experto tienen a la mano, a completa disposición, en cualquier momento y de manera totalmente gratuita.
Dichas consultas que las personas realizan se llaman “términos de búsqueda”, y lejos están por lo general de un lenguaje técnico, más bien popular. Como consecuencia, Google les mostrará una lista de resultados (que puede ser diferente para cada persona), luego la persona elegirá entre todos ellos en cuál hará clic a fin de acceder a la información del mismo.
Las empresas, por otro lado, principalmente aquellas que tienen un Sitio Web, pueden pagar para mostrar anuncios en base a una previa selección de palabras claves que tiene concordancia o correlación con los “términos de búsqueda” que las personas utilizan para abordar cualquiera de sus micro-momentos anteriormente mencionados. Además, se puede segmentar/seleccionar para que los anuncios se muestren de acuerdo a diferentes variables de target como ser: sexo, edad, idioma, ubicación geográfica, tipo de dispositivo, en un horario determinado, entre otros.
Las empresas también pueden definir el presupuesto que desean invertir, y el publicista será el encargado de usar lo más eficaz y eficientemente posible dicho presupuesto y conseguir la mayor cantidad de resultados, al menor costo.
Pero, ¿Qué resultados? aquellos que sean de interés y que la empresa seleccione para su campaña publicitaria, como ser: llamadas telefónicas, mensajes, tráfico al sitio web, entre otros.
Finalmente, el publicista podrá poner a disposición todos los resultados obtenidos, mediante las métricas más significativas para el negocio y realizar optimizaciones permanentes.